Las ventanas de aluminio ocupan un lugar privilegiado en la sociedad actual. Sus amplias variedades y capacidad de adaptación a los espacios aportan a la vivienda: la iluminación deseada, una óptima ventilación y una mayor amplitud.
Las ventanas de aluminio se han ganado un puesto preferente en el mundo de la construcción y el diseño. Han marcado un antes y un después en la decoración de las viviendas, oficinas y lugares de negocio. El montaje del sistema clásico de ventana de madera queda atrás para dar paso a un nuevo concepto, donde el sentido práctico y estético no están reñidos.
Características de las ventanas de aluminio
El aluminio es un metal sin propiedades magnéticas presente en muchas rocas de la tierra y que forma parte también de los seres vivos. Es un material liviano con respecto a las ventanas fabricadas en madera u otros metales más pesados.
Es maleable pero resistente y se alía, en ocasiones, con algunos metales para conseguir la resistencia apropiada. Su sistema de montaje permite la existencia de huecos en su interior disminuyendo su peso sin perjudicar su capacidad de resistencia. El cristal de la ventana lo podemos instalar mediante la sujeción de dos placas de aluminio ayudando a la mordida una banda de plástico.
Como bien sabrás, si hay algo característico es la facilidad de manejo de la ventana. Abrir y cerrar nunca fue tan sencillo facilitando el desplazamiento del vidrio en múltiples direcciones. Los sistemas de cierre modernos nos permiten la apertura horizontal, vertical o formando ángulos con el marco.
Los sistemas de cierre son muy sofisticados. La parte móvil la puedes ajustar al marco de forma segura y sólida a través de un moderno sistema de anclaje.
Ventajas de las ventanas de aluminio
Cuando instalamos una ventana de aluminio en nuestro hogar, entendemos rápidamente las ventajas que presenta este tipo de sistema con respecto a los tradicionales.
1. Fáciles de limpiar
Si hay algo engorroso en una ventana de madera es su limpieza, máxime cuando el desgaste de los barnices dificulta su mantenimiento. Sin embargo, el aluminio posee una superficie lisa y fácil de limpiar. La grasa y la suciedad se eliminan con facilidad con métodos tan simples como un poco de agua y jabón.
2. Superficie menos adherente
La propia condición física y pulida de la superficie del aluminio evita la adhesión de partículas de polvo en toda su estructura.
3. Mayor vida útil
Los rieles de las ventanas no se colapsan y obstruyen, son fáciles de mantener y limpiar. El funcionamiento se mantiene en perfectas condiciones durante muchos años. Este hecho es confirmado por profesionales de la construcción que admiten que la vida útil de la ventana es la misma que la de un edificio.
4. Excelente aislamiento
Las ventanas vienen preparadas con todo tipo de sistemas de aislamiento (cámaras de aire, doble acristalamiento) ideados para soportar bien el embiste de los agentes atmosféricos. Su potencial como aislamiento térmico y acústico ha sido modelo para casas de alta eficiencia energética. Un correcto aislamiento permite un menor gasto de energía en el hogar y el consecuente ahorro en la factura de la luz.
5. Anticorrosión
El aluminio es un metal muy resistente a la corrosión. Gracias a su química y proceso de fabricación no se altera como sucede con el hierro y la madera frente a la acción del agua y el oxígeno atmosférico.
6. Material Ecológico
El aluminio posee una alta durabilidad y puede reciclarse al 100 % sin perder ni un ápice de su calidad, por lo que, si no lo sabías, se ha ganado la denominación de «metal verde».
En resumen, instalar ventanas de aluminio es disponer de un recurso de buen desempeño y altamente solicitado por los profesionales de la construcción.